Esta frase nos puede dar una idea de lo importante que es este alimento para el mundo; ya que no sólo es un alimento delicioso, esta industria mueve más de 90.000 millones de dólares al año. Esto se debe a que cada vez somos más los amantes del chocolate y su consumo y producción se incrementa cada año. Solo el día de San Valentín en Estados Unidos gastan unos 700 millones de dólares en chocolate. En España, durante Semana Santa se consumen alrededor de unos 100.000 kilos de chocolate en forma de monas de Pascua.
El chocolate además de satisfacer nuestros paladares, su producción tiene trascendencia económica, ya que hay entre cinco y seis millones de cultivadores de cacao en el trópico que dependen de la venta de las semillas para alimentar a sus familias. La larga cadena de producción beneficia a unos 40 o 50 millones de personas que se involucran desde el cultivo de cacao hasta la estantería de chocolates.
Esta deliciosa industria se empieza a ver afectada, por el cambio climático y se prevé que en 2030 los productores de cacao no cubran la demanda mundial. Faltarán hasta dos millones de toneladas de cacao para poder cubrir la demanda de chocolate por las siguientes razones:
La Organización internacional del Cacao que analiza el mercado, mostró la variación entre excedentes y déficit de oferta en los últimos 20 años. Las encuestas que han realizado al respecto muestran que el suministro de granos de cacao puede superar la demanda en 97.500 toneladas, esto que al parecer es bueno, sólo favorece a los consumidores. La sobreoferta tiene un impacto en los precios de los productos básicos y el precio del cacao ha estado disminuyendo.
El cambio climático es una realidad que está afectando no solo la sostenibilidad del planeta, sino también la producción de cacao. América Latina está viviendo las consecuencias de este efecto. Los periodos crecientes de sequía e inundaciones aceleran la deforestación y los deslizamientos de tierra. El aumento de las temperaturas amenaza a los polinizadores, fortalece las enfermedades existentes y fomenta la aparición de otras nuevas.
El cultivo de cacao es particularmente vulnerable al cambio climático, por lo que una nueva generación de productores de cacao debe explorar la diversificación, adoptando cultivos más diversos.
Un informe reciente del Instituto de Genómica Innovadora de la Universidad de California (EE.UU.) pronostica que «el cambio climático reducirá significativamente la cantidad de tierra apta para cultivar cacao en las próximas décadas».
Está en nuestras manos hacer cambios diarios para poder seguir disfrutando de este alimento que los mayas consideraban «alimento de los dioses» y nosotros hoy somos afortunados de poder comerlo todos los días. Imaginas una vida sin chocolate? Claro que no. Es momento de innovar y tomar acciones para que esta delicia siga mejorando nuestra vida.
